Según se recoge en el capítulo 28 de la Agenda 21: “Proceso a seguir para alcanzar un plan de desarrollo sostenible a nivel local mediante un diálogo abierto entre las autoridades locales y la población”. Esto implica una mayor responsabilidad y capacidad de control del poder local frente al gobierno central o regional. La Agenda 21 Local es un documento que desarrolla un Plan Estratégico Municipal basado en la integración, con criterios sostenibles de las políticas ambientales, económicas y sociales de un municipio y que surge de la participación y toma de decisiones consensuadas entre los representantes políticos, técnicos, agentes implicados y ciudadanos.
Este instrumento de gestión, de carácter no vinculante, surge del Programa Global para el Desarrollo Sostenible en el siglo XXI, enmarcado dentro de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992. Dicho programa, también denominado Programa 21, sienta las bases para desarrollar una política medioambiental a nivel global de forma estructurada, programada y cuyo desarrollo sea iniciado y promovido por las entidades locales. En el mismo capítulo 28 que hemos mencionado anteriormente se hace un llamamiento a las autoridades locales para que elaboren una Agenda 21 Local. El principio de responsabilidad compartida y colaboración es básico para la implantación de estrategias de desarrollo sostenible a nivel local, por lo que se insta a las autoridades locales a la búsqueda de consenso y a iniciar un diálogo con sus ciudadanos, organizaciones cívicas, empresariales e industriales locales además de empresas privadas para poder así aprobar la Agenda 21 Local.
El fundamento teórico del proceso de Agenda 21 Local es el principio de sostenibilidad local, por lo que persigue integrar una justicia social, una economía sostenible y un entorno natural duradero para lograr un equilibrio sostenible que se traduzca en una mejora de la calidad de vida. Por tanto la sostenibilidad local es el resultado del equilibrio entre sostenibilidad ambiental, económica y social.
- Sostenibilidad ambiental en tanto que dependemos de las funciones de nuestro entorno, que provee de recursos, asimila residuos y deshechos y proporciona servicios ambientales (agua, clima, aire depurado, alimentos, fijación de dióxido de carbono), y es básico que éstas funciones continúen.
- El sistema económico actual se fundamenta en la apropiación y explotación del capital natural por lo que éste se convierte en el factor limitante del desarrollo económico. La sostenibilidad económica aboga por un desarrollo económico sostenible, es decir, un desarrollo económico que se fundamenta en el conocimiento en la capacidad de carga del entorno para no superarla y permitir la recuperación y regeneración del sistema natural ante las amenazas y presiones externas, así como la optimización del uso de los recursos de manera que permita el desarrollo económico y se obtenga el mismo o incluso un mayor beneficio con menor consumo de recursos.
- La sostenibilidad social persigue, en relación con las anteriores, la satisfacción plena de las necesidades de la generación presente garantizando que las generaciones futuras puedan satisfacer las suyas. Para conseguir la sostenibilidad social la formación e información de todos los ciudadanos es imprescindible, de manera que todos participemos, de forma más o menos activa en el proyecto de Agenda 21 Local, siendo una participación fundamentada, basada en el conocimiento y concienciación de la ciudadanía porque ésta debe verse y sentirse implicada en el proyecto.
La Agenda 21 Local debe convertirse en el instrumento que permita la evolución del municipio hacia un equilibrio que debe ser en cada momento el óptimo, no se busca un equilibrio estático sino dinámico, que permita y persiga la mejora continua de la calidad de vida que los ciudadanos quieran en cada momento, por lo tanto debe ser un instrumento versátil para poder afrontar los retos y problemas que se produzcan sobre el entorno. Es el instrumento más difundido y aceptado por las autoridades locales para abordar los graves problemas ambientales desde el enfoque “pensar globalmente y actuar localmente”, puesto que, sin perder de vista el objetivo global de la protección del medio ambiente, es a nivel local donde se pueden tomar decisiones más prácticas y más participativas. La Agenda 21 Local pretende poner en marcha un Plan de Acción para conseguir aplicar el desarrollo sostenible a su entorno humano, ya que las ciudades constituyen uno de los mayores focos de insostenibilidad del planeta y la actuación en ellas es un tema prioritario, considerando siempre que los actores principales son los mismos ciudadanos.
El mejor residuo es aquel que no se genera. Con ésta máxima que contiene un mensaje claro y directo, todos los colectivos que trabajamos por la reducción de los efectos nocivos para el medio ambiente, tenemos que ser conscientes que la temática medioambiental es más importante de lo que nos pensamos. El medio ambiente es cosa de todos.