Desde tiempos del Neolítico, la ciudad ha sido el modelo de convivencia de todas las culturas humanas, y por eso mismo ha sido, desde el principio, objeto de estudio de la Geografía. No obstante, es sólo tras los esfuerzos de reconstrucción de las ciudades europeas concluida la Segunda Guerra Mundial, y el desarrollo de las grandes ciudades en Estados Unidos, cuando la Geografía Urbana adquiere verdadera importancia. A partir de entonces la Geografía Urbana se convierte en un elemento clave para organizar el espacio de las ciudades.
Pero ¿estamos seguros de entender qué es una ciudad? Lo cierto es que el concepto de ciudad ha ido cambiando a lo largo del tiempo, y no es el mismo según las distintas zonas del planeta. Ciudades famosas en la Antigüedad hoy nos parecerían pequeños pueblos. En realidad, lo más característico de una ciudad es su capacidad de organizar el espacio existente a su alrededor, y esto lo consigue gracias a dos características: su función y un centro urbano que sirve de referencia a la población del entorno inmediato y la periferia.
Toda ciudad se encuentra en un emplazamiento, es decir, en una localización concreta, pero además, está relacionada con el entorno y con otras ciudades, lo que se conoce como situación. Se puede determinar una jerarquía urbana en la que se pueden encuadrar las ciudades de cada país, el rango más bajo son los pueblos con funciones urbanas en las que se encuentran los servicios básicos, mientras que el rango más alto son las ciudades que organizan todo el país, con funciones políticas o comerciales.
Las principales funciones urbanas son:
1. La función comercial; que es la principal actividad económica en todas las ciudades.
2. La función residencial; puesto que en ellas reside la mayor parte de la gente.
3. La función administrativa; se concentran los centros de decisión públicos y privados.
4. La función cultural; ya que en ellas encontramos los principales centros de ocio y de difusión de ideas.
Todas las ciudades tienen varias funciones, aunque algunas de ellas potencian más unas funciones que otras, las capitales mantienen la función administrativa, mientras que otras son ciudades turísticas, industriales, etc.
Las ciudades en las que vivimos se organizan en torno a un centro urbano, y dicho centro es la referencia de servicios de toda la ciudad y su entorno. Las ciudades tienen una forma, una morfología urbana pensada y planeada. El plano urbano no es casual, sino decisión de las autoridades de la ciudad. Además, cada barrio se especializa en una determinada función, así, hay barrios residenciales, comerciales, de ocio, turísticos, industriales, etc.
En definitiva, la ciudad es un sistema muy complejo que hay que desentrañar por partes, pero que funciona como un conjunto indisoluble y que organiza el entorno, alcanzando su influencia mucho más lejos de sus límites precisos.