La biogeografía comprende el estudio de las distribuciones presentes y pasadas de los organismos vivos dentro de un contexto evolutivo. Como parte de su estudio se incluyen no solo delimitar y caracterizar zonas de flora y fauna, sino también intentar trazar su historia. El biogeógrafo trata de resolver preguntas específicas y buscar patrones de distribución para así poder crear un patrón generalizado que permita hacer predicciones que posean un grado de certeza elevado. Además, esta rama de la geografía pretende utilizar dicha información para incrementar nuestro conocimiento sobre el curso de la evolución de las especies.
Existe una gran diversidad y abundancia de organismos que habitan en nuestro planeta, desde el continente helado antártico hasta las cálidas y húmedas selvas tropicales, en los ecosistemas acuáticos existe vida en los arrecifes de coral, en los abismos oceánicos y hasta en las aguas de los géiseres. Sin embargo, ninguna especie posee un rango tan amplio de distribución que se encuentre en todas las partes del planeta, existen patrones de distribución a nivel global y regional, de tal forma que generalmente la mayoría de los organismos están restringidos a una área geográfica relativamente pequeña y a determinadas condiciones ambientales. Al analizar el área de distribución de una especie, la biogeografía se propone como meta encontrar las causas de esa distribución y los procesos que la generaron.
Los primeros en identificar estos patrones de distribución fueron Darwin y Wallace, siendo ellos los responsables de demarcar las Regiones Biogeográficas, utilizando para ello especies propias y únicas de cada región. Las regiones biogeográficas se determinan principalmente por los organismos endémicos que las habitan, cuando existe un alto grado de endemismo en una región dada, por lo general es un indicativo de que existió un aislamiento durante un periodo de tiempo prolongado. Por otro lado, debemos considerar que los factores de aislamiento no afectan a todos los organismos por igual y no necesariamente están asociados a las condiciones ambientales actuales.
Además de las causas históricas y geográficas que determinan la distribución de un organismo, existen muchos factores físicos y abióticos que afectan dicha distribución, entre los cuales podemos mencionar la temperatura, la composición del sustrato, altitud y presión atmosférica por mencionar algunos. Estos factores ocasionan los distintos tipos de biomas que podemos encontrar en el planeta, éstos se distinguen por la vegetación dominante, ejemplos de ellos son los pastizales o los bosques de coníferas. En cuanto a los factores bióticos, pueden influir tanto en beneficio como de manera perjudicial sobre la población animal y vegetal; entre los factores que más influyen destacamos las tasas de natalidad y mortalidad de las poblaciones, la disponibilidad de alimentos, territorialidad, depredadores, competencia y las relaciones simbióticas.
Los patrones de distribución de los organismos están determinados por la interacción de las propiedades morfológicas y fisiológicas de los mismos, las características de las condiciones ambientales y la historia evolutiva de ambos componentes en el ecosistema. Hay que considerar que a través del tiempo la flora y fauna han estado expuestas a cambios continuos, como resultado de interacciones complejas entre las propiedades de los organismos y las condiciones del medio ambiente. Las características de los patrones de distribución de los seres vivos en la Tierra, son resultado de todo lo ocurrido en el pasado.
