viernes, 21 de noviembre de 2014

National Geographic Society y nuestro mundo desconocido


Es más que probable que nadie se sorprendiera cuando en 2006 la National Geographic Society recibió el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Aunque, después de todo, no deja de ser curioso: ¿Una institución americana dedicada a la geografía y con nombre en inglés?... ¿Cómo es posible tanta fama en una sociedad así, reconocida en prácticamente todo el mundo como una de las más influyentes a la hora de crear y difundir conocimiento sobre el planeta y sus habitantes?

No es fácil encontrar una explicación, pero seguramente una encuesta de urgencia nos daría enseguida un resultado casi unánime: su éxito radica en su revista, hoy escuetamente llamada National Geographic, sea cual sea el idioma en que se edite. De hecho, a finales de 2013 ya se publica 40 idiomas. La revista tiene una tirada total de diez millones de ejemplares mensuales, cada trimestre se editan además suplementos en forma de mapas y documentación complementaria que enriquecen aún más su contenido. The National Geographic Magazine, como se llamaba en origen, se constituyó inicialmente como el órgano oficial de la National Geographic Society, una institución fundada en Washington en el año 1888. En octubre de ese mismo año apareció el nº 1 de la revista, que se viene publicando mensualmente desde entonces de forma ininterrumpida. Los primeros diez años de la nueva publicación no auguraban el éxito que vendría más tarde; su contenido era demasiado técnico, con artículos cortos y densos, sin ilustraciones. Pero en 1899 es nombrado editor Gilbert Hovey Grosvenor, yerno de Alexander Graham Bell y presidente de la Sociedad desde 1897. Grosvenor profesionaliza la revista y aumenta en pocos años la circulación desde los mil ejemplares mensuales de los inicios, hasta cerca de los dos millones. ¿Cómo lo hizo? Sencillamente, publicando trabajos más extensos en los que predominaba la imagen, con fotografías cada vez más espectaculares y textos más sencillos. El contenido se hace, además, más atractivo y asequible, con temas espectaculares que despertarán la imaginación aventurera del lector profano. De hecho, ya en los primeros años del s. XX la revista comenzaba a ser famosa por la cuidadosa selección de fotografías y esquemas que incluía en sus páginas. Algo que con el transcurso del tiempo y la colaboración de los mejores especialistas no ha hecho más que mejorar de forma espectacular, en paralelo con el éxito creciente de su publicación.

Nadie duda de que se trata de un fenómeno editorial único, y seguramente irrepetible, también existe la versión digital (renovarse o morir), pero, sorprendentemente, eso no ha hecho que se reduzca la tirada total de ejemplares en papel. Todas estas cifras son, cuanto menos, espectaculares, sobre todo si se considera que la revista celebró su 125 aniversario en octubre de 2013. Las sucesivas renovaciones, inevitables debido a los gustos cambiantes del público lector a lo largo de tanto tiempo, no han perdido nunca de vista el diseño inicial, que sigue manteniendo, corregida y aumentada, la enorme riqueza de ilustraciones y fotografías reales que tanto han contribuido a su éxito en los últimos decenios. Los textos se centran cada vez más en la investigación del mundo natural, aunque sin dejar de lado los problemas ambientales que se detectan por doquier. Y de repente, la inmensa mayoría de los lectores comprendemos que no conocíamos prácticamente nada de nuestro propio mundo, cada vez más agobiado por los modernos problemas relacionados con la superpoblación y la contaminación, pero al tiempo portador de paisajes y vivencias tan insólitos como atractivos. Además, precisamente gracias a su revista, pudimos saberlo prácticamente todo de la actividad realizada por la Sociedad que la edita. La National Geographic Society es hoy una de las más importantes instituciones científicas, educativas y divulgativas del mundo, y lo que resulta más sorprendente, por estar nada menos que en Estados Unidos, es que se trata de una institución sin ánimo de lucro, en la patria del capitalismo el altruismo de una sociedad cultural y divulgadora resalta aún más por infrecuente. 

La Sociedad nació de una reunión de personas muy variopintas, desde geógrafos, cartógrafos y exploradores, hasta abogados, militares y banqueros. En total 33 personalidades a cual más dispar, que durante una tarde de los primeros días de enero de 1888 debatieron acerca del estado de su país, y por extensión, del mundo conocido y por conocer. De aquella discusión surgió la idea de apoyar "el crecimiento y la difusión del conocimiento sobre la geografía", mediante algún tipo de asociación que realizara trabajos encaminados a ese fin. Pero enseguida quedó claro que aquello no había sido precisamente una simple charla de café, muchos de los reunidos se lo tomaron tan en serio que en ese mismo mes de enero, apenas un par de semanas después de las discusiones iniciales plantearon de nuevo al grupo un proyecto de estatutos de lo que iba a ser la National Geographic Society. Hoy, más de 300 millones de personas tienen acceso cada mes a los distintos productos que elabora: no solo la mundialmente famosa revista sino otras publicaciones específicamente relacionadas por una parte con los viajes, la aventura y con los niños y la infancia, sin olvidar la exploración avanzada y los canales de televisión, amén de numerosos documentales para el cine y televisión, programas de radio, libros, vídeos, mapas y documentos de todo tipo. 


Pero, ¿de dónde sale el dinero para tantas cosas? Lo cierto es que al tratarse de una entidad sin ánimo de lucro, la Sociedad vive de sus propios ingresos, inicialmente basados en los beneficios derivados de la espectacular tirada de su revista y de la publicidad que contiene, siempre controlada en cuanto al contenido. Pero al no tener ánimo de lucro, los beneficios generados se destinan a sufragar nuevas actividades, estudios y expediciones, mediante becas y fondos para todo tipo de proyectos. El éxito continuado de la Sociedad durante tantos años no es obra de una sola persona sino de un equipo inicial de visionarios que supo construir para el futuro un andamiaje de buen hacer que les ha sobrevivido ampliamente. 

miércoles, 30 de julio de 2014

Los Guerreros de Xi'an


Un ejército intacto para honrar la memoria de un emperador chino de hace 23 siglos, ¿qué mejor que enterrar junto a sus restos a su ejército completo? La idea se le debió ocurrir a algún servidor megalómano de la corte de Zhao Zheng, el rey de Qin que fue capaz de unificar, quizá por primera vez, la mayor parte de la China interior y que luego acabó autoproclamándose emperador y, como tal, fundador de la primera dinastía imperial.

Si los egipcios construían pirámides gigantescas como tumbas para sus faraones, el sistema empleado por la corte de aquel primer emperador chino no era inferior en dimensiones. La tumba propiamente dicha está formada por un mausoleo de enorme tamaño con forma de pirámide truncada de tres pisos. Dentro se encuentra la cámara funeraria con la tumba del emperador, como ocurre con las pirámides egipcias; en cambio, las de América central y del sur eran más bien monumentos que sostenían templos de dioses. Por cierto, los arqueólogos aún no han conseguido llegar a dicha cámara funeraria por miedo a que los trabajos necesarios para excavar el yacimiento dañen el contenido. Pero la pirámide funeraria, con todo el esplendor que pudiera mostrar por sí misma, no es lo que más sorprendió, sino el hecho de que la custodiaran 8.000 guerreros, todo un ejército, y muchos de ellos a caballo. Los distintos yacimientos se extienden en torno a la pirámide funeraria en nada menos que 56 km2, en las afueras de lo que hoy es Xi’an, una ciudad industrial de 9 millones de habitantes aproximadamente, capital de la provincia de Shaanxi en el centro de China.

¿Quién era aquel importante emperador que ha pasado a la historia como Qin Shihuang? Su nombre, como hijo del rey del Estado chino de Qin, fue Zheng, y había nacido en el año 260 a.C. A la muerte de su padre, accedió al trono con 23 años y enseguida inició una extensa campaña de conquistas que le llevó a incluir dentro de su reino a muchos otros Estados chinos vecinos. Eso le condujo a considerarse “huangdi”, palabra intraducible pero que representa en cierto modo una categoría intermedia entre un rey y un dios; lo que en occidente llamaríamos emperador. Por supuesto, no de China (un nombre que asociado a toda la nación no comienza a utilizarse hasta el s. XX), sino Emperador de Qin. Esto significa que con él nació la Dinastía Qin, luego sustituida por la Dinastía Han. Murió a los 50 años tras haber introducido en todo su imperio numerosas reformas, y haber puesto en marcha la colosal obra de la Gran Muralla. Construyó carreteras, canales y puentes, unificó la escritura, estableció una moneda común y un sistema racional de pesos y medidas, ¡Y todo ello hace más de dos milenios! 


Pero, al tiempo, su crueldad con los enemigos y el autoritarismo y dureza de su mandato acabó por ganarse numerosos adversarios que a su muerte iniciaron una revolución sangrienta y muy prolongada. No obstante, su leyenda como unificador de China y padre fundador del imperio chino ha sobrevivido hasta nuestros días, y esa idea se ha reforzado más si cabe con el descubrimiento de su túmulo funerario y el espectacular ejército de guerreros de terracota que le acompañaron a la eternidad. Este ejército fue enterrado en formación de batalla en tres fosas situadas a una profundidad entre 4 y 8 metros, los batallones están alineados al este de la tumba del emperador porque así éste podría seguir manteniendo su poder sobre ellos aun después de muerto.

La primera de estas fosas fue encontrada por casualidad en 1974 por un agricultor; hubo aquel año una enorme sequía en la región, y el agricultor estaba cavando profundamente en busca de agua. Pero lo que encontró fue la cabeza de terracota de uno de los guerreros, lo comunicó a las autoridades y así fue como llegó a los oídos de los arqueólogos locales quienes se percataron con enorme asombro de que aquellas piezas tenían más de 2.000 años de antigüedad. En 1989, a la vista de la enorme importancia que iba cobrando el yacimiento, le fue encargada la dirección de las excavaciones a la experta arqueóloga Xu Weihong, ella fue quien encabezó la expedición china que recibió el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales otorgado en 2010 al equipo de arqueólogos que descubrió e identificó el espectacular yacimiento de Xi’an. Los científicos creen que aún queda mucho por descubrir, por eso siguen excavando de forma intensiva. De hecho, se desconoce todavía el número exacto de guerreros que pudieron ser colocados en toro a la tumba del emperador, es más, se piensa ahora que el proyecto inicial de la corte imperial preveía muchísimos más, pero la temprana muerte de Qin Shihuang y las posteriores revueltas impidieron que aquello pudiera ser terminado como estaba previsto. De momento en la primera fosa ya han sido desenterrados unos 6.000 guerreros situados en formación de batalla; todos en torno a 1,80 metros de estatura. La fosa mide varios centenares de metros de longitud, y un centenar de ancho, todavía hay en ella bastantes estatuas sin extraer. Fue abierta al público en 1979 y desde entonces ha recibido cerca de 70 millones de visitantes. En la segunda fosa han sido descubiertos unos 1.400 guerreros más, incluyendo jinetes y caballos colocados en catorce filas y precedidos por varias filas de arqueros arrodillados. En los años 80 comenzó a excavarse la tercera fosa, más pequeña, que contenía 68 figuras de oficiales, comandantes y generales. En 2007 se descubrió el mausoleo que contiene la tumba del emperador, debajo de una ce una colina artificial de más de 50 metros de altura. Resulta asombroso el hecho de que ninguna figura sea igual a otras, todas tienen rasgos distintos. Es notable la gran diversidad de vestimentas militares y de peinados, lo que demuestra la minuciosidad que pusieron los artesanos en aquella obra. Debido a ello los expertos estiman que la construcción debió durar varios decenios, eso significa que debió iniciarse cuando tomó posesión el rey, y seguramente las obras siguieron algún tiempo después de su fallecimiento. Se calcula que debieron intervenir en los trabajos más de 700.000 personas.


En cuanto al mausoleo funerario, comenzó a ser examinado en 2009, dos años después de su descubrimiento, antes de excavar, los expertos habían establecido un estudio detallado de su interior mediante técnicas de detección remota. Se pudo establecer así que se trata de una cámara con cuatro paredes, con escaleras de acceso simétricas a través de la construcción en forma de pirámide truncada. El temor a provocar daños considerables con una excavación poco cuidadosa ha impedido hasta ahora iniciar trabajos de exploración directa, mientras no se consiga determinar la forma más segura de hacerlo. En torno a la tumba han aparecido no solo más guerreros sino también representaciones de altos funcionarios, guardianes reales, acróbatas, actores e incluso animales como caballos y cuervos. Probablemente el entorno más próximo al emperador. Todas ellas, como los guerreros, son figuras reproducidas con enorme realismo, incluyendo toda clase de detalles como arrugas de la piel, bigote, barba, plumas de las aves, adornos de todo tipo, vestimentas, etc.



Un historiador chino del siglo I a.C. había dejado escrito que el túmulo que contiene la tumba del emperador estaba inicialmente rodeado no solo del ejército y las personas de su corte sino también de una reproducción de sus dominios, con ríos en los que fluía agua plateada brillante, sin duda mercurio, e incluso una bóveda celeste con incrustaciones de joyas representando el sol, la luna, planetas y estrellas. En torno a la tumba los científicos han detectado recientemente restos de mercurio impregnando la tierra, lo que parece confirmar la historia. Pero no se verá hasta que no se abra por fin la tumba funeraria. 





  

lunes, 30 de junio de 2014

¿Turismo rural como alternativa al turismo litoral?

El turismo rural es la modalidad turística que se desarrolla íntegramente en el medio rural, espacio que se caracteriza por disponer de una serie de recursos y productos endógenos (naturales, culturales o históricos) que le infunden una personalidad concreta y sirven como reclamo para los turistas de este tipo de iniciativas. 



Durante los últimos años se ha producido un cierto incremento de la oferta turística en el medio rural, y la puesta de moda de este tipo de prácticas ha tenido como consecuencia que gran parte de los municipios de interior sueñen con un esperanzador futuro económico de su área, ahora bien, no debemos entender el turismo rural como la medicina que todo lo cura, no es la "gallina de los huevos de oro" que salvará de la peligrosa dinámica que esta cogiendo el medio rural, sino como una de las muchas iniciativas que pueden suponer una aportación al desarrollo integral del medio rural. Por tanto, es necesaria una remodelación del modelo turístico rural, en la que se frene el incremento de la oferta y se mejore la calidad de la existente, de la promoción y oferta complementaria, ya que el turista que llega no solo busca alojamiento sino que demanda también actividades para realizar durante su estancia. No podemos negar que la gran mayoría de municipios de interior nos brindan unas condiciones perfectas en cuanto a lo este tipo de turista demanda, es decir, parajes y parques naturales, patrimonio arquitectónico, senderismo etc., hay que aprovechas todos estos recursos, pero siempre y cuando se haga desde un punto de vista sostenible.
Además, no hay que olvidar un hecho fundamental, y es que la actividad turística rural se debe llevar a término como soporte económico a la actividad tradicional, para mejorar las rentas y los ingresos económicos de las familias del medio rural. Hay que cambiar de mentalidad y debemos darnos cuenta que el turismo rural tiene que ser una iniciativa más en el proceso de desarrollo rural.

Por otra parte, la oferta complementaria tiene que basarse íntegramente en recursos locales, así, podremos definir el tipo de oferta que comercializaremos y el tipo de turista que queremos recibir. Como norma general este tipo de turista suele ser respetuoso con el medio, ya que encuentra en la naturaleza (paisajes, senderos o parajes) y en la cultura local (gastronomía o historia) un gran atractivo a la hora de realizar sus vacaciones. 



Respecto al papel que tiene que jugar el turismo en el proceso de desarrollo de los espacios rurales, hay que indicar que se ha sobrevalorado de manera un tanto excesiva su importancia. Por eso, durante las últimas décadas, y sobretodo a partir del progreso de la actividad turística, el medio rural ha sustituido la actividad productiva tradicional de estos espacios, fuente de equilibrio y estabilidad antaño, por un sistema de explotación del ocio y del tiempo libre a partir de la actividad turística, y eso es un hecho muy grave que esta cambiando totalmente la forma de vida de los espacios rurales. Además, en muchos municipios rurales la introducción de la segunda residencia ha tenido como consecuencia que muchos agricultores vendan tierras de antiguo uso agrario para construir urbanizaciones de viviendas unifamiliares que suponen un fuerte impacto paisajístico en los municipios, y no se traducen en una ayuda al progreso integral del espacio rural, sino que transforman estas áreas en un proceso inmobiliario que solo supone ingresos en un primer momento, a corto plazo. Todo ello ha hecho que el medio rural se convierta en un espacio en venta. Ahora bien, la implantación de iniciativas de desarrollo turístico puede suponer al mismo tiempo una aportación para el progreso de los municipios rurales, sobretodo mediante la creación de trabajo, mantenimiento de rentas y un hecho básico para todo municipio rural, el asentamiento de nueva población en estas zonas. 



Pero, al contrario, no son pocos los problemas a los que tiene que hacer frente la actividad turística en los espacios rurales, ya que se trata de una actividad estacional que se centra principalmente en puentes y meses de verano. Además, la actividad debe luchar para regular un amplio numero de establecimientos ilegales que pueden dar una imagen poco seria de la iniciativa turística en caso de haber problemas derivados de los servicios y la atención que se ofrecida. En definitiva, lo que hay que plantearse es intentar la asociación de todas las iniciativas empresariales con el fin de homogeneizar y evitar competencias desleales entre las empresas, por tanto, se podría mejorar la comercialización del producto turístico, los beneficios y la coordinación interna y la relación con la administración pública, ya que de ésta derivan principalmente las ayudas y subvenciones económicas y las políticas para el desarrollo del turismo rural. 

jueves, 22 de mayo de 2014

La necesidad de reducir los residuos



El mejor residuo es aquel que no se genera. Con esta máxima, que contiene un mensaje claro y directo, los colectivos que trabajan por la reducción de residuos nos quieren trasladar la idea de que, mucho antes de centrarnos en el reciclaje, lo que hace falta urgentemente es reducir nuestro volumen de desechos. Una buena manera de hacerlo es practicando un consumo más responsable y sostenible, esto no significa dejar de comprar, sino que tarde o temprano tendremos que incorporar el concepto ambiental en el acto de la compra para elegir, entre dos opciones similares de un mismo producto o servicio, aquella que nos obligue a gestionar y generar menos residuos.

Pero para llegar a hacerlo habría que tener una oferta de consumo en este sentido, podríamos pensar no sin razón. Y, efectivamente, es por ello que las autoridades ambientales trabajan para tratar de consolidar e impulsar acuerdos voluntarios de prevención de residuos con los diferentes sectores productivos, de servicios y de la distribución. El objetivo es que apostar por una reducción de los residuos en el acto de la compra sea una posibilidad real para todos nosotros y no una utopía, como lo ha sido hasta ahora. Porque es en actuar como consumidores cuando tenemos la sartén por el mango, y si premiamos o castigamos con nuestra elección ecológica los productos, puede que las empresas se lo acabarán pensando eso de poner tantos residuos en el punto de venta. Posiblemente estamos a un paso de lo que los expertos llaman "el infarto de los residuos", es decir, el momento en que los diferentes métodos de gestión y tratamiento ya no dan abasto y el sistema se colapsa. La razón es muy sencilla: en un mismo territorio somos cada vez más gente y, además, cada uno de nosotros, sea por culpa de las marcas o no, pero en todo caso debido a la espiral consumista que nos atrapa, "compro, luego existo" es el axioma que más triunfa en nuestra sociedad, genera cada día más y más desperdicios, porque no sólo consumimos más, lo que pasa es que lo que compramos tiene cada vez un ciclo de vida más corto. Dicho de otra forma, nos hemos instalado cómodamente en la cultura del comprar por usar, tirar y volver a comprar, girando en todo momento como el hámster dentro de su rueda.

Los ejemplos son abundantes: ha desaparecido la venta a granel, aquella que obligaba al consumidor a llevar el envase para llenarlo de aceite, de vino o de colonia. También ha caído en desuso la bolsa de pan de algodón, la de toda la vida, la cesta y el carrito de la compra. El tendero ya no nos pide el envase de la cerveza o la leche, y es mucho más cómodo pasar por la sección de refrigerados y coger el paquete de plástico del jamón que hacer cola en la charcutería. El resultado es simple, en treinta años el peso de la bolsa de basura ha pasado de los 450 gramos de entonces a más de un kilo y medio aproximadamente hoy en día.



¿Quiere decir esto que, cuanta más renta y más calidad de vida, más residuos? La respuesta es categórica; no. De hecho, los países escandinavos, con una renta más elevada que la de nuestro territorio, mantienen unos niveles de generación de residuos mucho más equilibrados. Lo que ha pasado en la sociedad actual es que los fabricantes y los distribuidores se han aprovechado de la debilidad legislativa del sector y nos han llenado las estanterías de los supermercados de envases y embalajes alegando motivos de seguridad alimentaria, pero de hecho, en buena parte de los casos, son una simple maniobra comercial que tiene que ver únicamente con estrategias de marketing simplemente. Un ejemplo clarísimo lo tenemos en el cartón que contiene la pasta de dientes, este embalaje, que se convierte en residuo de manera automática cuando nos disponemos a utilizar el producto, sólo obedece a la necesidad del fabricante de apilar el producto en el punto de venta, no hay ninguna otra motivación. Como con el tubo, poco estable, no pueden hacer aquellos murales en las estanterías de las grandes superficies comerciales, los ponen dentro de una caja de cartón casi nunca reciclado que sí les deja hacer pilas de pasta de dientes. Si los fabricantes colocaran los tubos de dentífrico (producto de gran consumo) de manera individual en unas bandejas/expositor, nos ahorraríamos una cantidad considerable de cartón y reduciríamos el volumen de los desechos.

Reparar para reducir

Si hace unos años se hizo famosa la teoría de las tres erres, aquella que proponía reducir, reciclar y reutilizar como principales herramientas de participación ciudadana para practicar lo que entonces se llamó la ecología doméstica, hoy en día habría que sumar dos erres más para completar la teoría: reparar y restaurar.



La cultura de la reparación, de dar una segunda oportunidad a un aparato antes de tirarlo al vertedero y comprar uno nuevo, se ha convertido en una parte definitoria de nuestro carácter ahorrador lo largo de los años. En cambio, las nuevas tendencias de mercado, más partidarias de promover el concepto del "usar y tirar" para favorecer el consumo, han terminado arrinconando este pensamiento hasta el punto de que hoy son pocos los usuarios que llevan el televisor a reparar cuando se estropea . Incluso cuesta encontrar comercios que se dedican a este tipo de trabajos. Recuperar este pensamiento es una buena manera de practicar la ecología doméstica. Se trata de alargar la vida de los objetos que compramos para evitar el residuo prematuro y que tiene su punto de partida cuando adquirimos un artículo de cualquier tipo: electrodomésticos, utensilios de cocina, pasando por herramientas de bricolaje y muebles. Es importante optar por que estén bien hechos, aunque no sean los que impone la moda o no representan la última tendencia del diseño. Y lo más importante, debemos observar si podrán ser reparados cuando se rompen, una circunstancia que alargará notablemente su vida útil.




martes, 29 de abril de 2014

Los impactos de la Revolución verde en el Tercer Mundo


La agricultura y el mundo rural actual están muy lejos de lo que un día fueron antes de la irrupción de la Revolución verde, y no sólo en los países denominados "ricos", sino también en los subdesarrollados. Exceptuando los sistemas agrarios tradicionales, en la mayor parte del planeta triunfa una agricultura cuyo no es satisfacer las necesidades de alimentación de la familia y el comercio local, sino las de un mercado urbano que cada día abarca un porcentaje mayor de la población y en que están ausentes las tareas agropecuarias.

En los países "pobres" el impacto de la Revolución verde ha sido muy diferente, a pesar de tener mejores condiciones para la agricultura, depende para su alimentación de los países desarrollados. Los medios necesarios para la producción agrícola están controlados por empresas foráneas, además, los países ricos no sólo son autosuficientes, sino que son capaces de poner en el mercado de los países pobres alimentos a precios más baratos que los que ellos mismos producen. De esta manera, los campesinos de estas regiones están condenados a la pobreza. Una de las bases sobre las que se sustenta el problema del hambre en el mundo no es tanto el coste de transporte de los alimentos de un país a otro, sino que en los países pobres no hay dinero para adquirir unos alimentos producidos en el mundo desarrollado. Otro de los problemas de la agricultura en el Tercer Mundo es que los canales de distribución de los alimentos están en manos de grandes empresas con sede en los países ricos, en realidad son pocas, lo que les permite controlar el mercado. Estos mismos que abogan por el liberalismo económico en el comercio internacional, son los que conforman un monopolio, de hecho, sobre la distribución de los productos.



La tendencia en la agricultura en los países del Tercer Mundo es a abandonar la agricultura tradicional y dedicarse a la agricultura de plantación, pero el mundo desarrollado no necesita de la mayoría de sus productos. Los productos que estos países pueden ofrecer son alimentos exóticos y de lujo. Además, en caso de crisis económica, como la que sufrimos actualmente, son los primeros productos de los que se prescinde. Por otro lado, la agricultura tradicional es incapaz de alzarse como dominante en el mercado de sus países, por lo que acaba convirtiéndose en una agricultura de subsistencia, cuando debería de satisfacer la demanda de un mercado nacional, como ocurre con los agricultores de los países desarrollados (aunque esta afirmación también podríamos matizarla).



El mundo rural del Tercer Mundo está polarizado en tres sectores; los empresarios agrícolas dueños de las plantaciones, los jornaleros que trabajan en ellas y los agricultores tradicionales. Los avances de la Revolución verde en el Tercer Mundo pueden ser muy positivos pero siempre y cuando se desarrollen circuitos de producción y consumo locales y nacionales, ademas de intentar paliar esa enorme desigualdad de oportunidades existente, algo francamente difícil de conseguir. Y sólo una vez satisfecha la demanda interna es posible considerar la exportación. 



miércoles, 26 de marzo de 2014

Aproximación al problema ambiental



Antes de entrar en la consideración de las posibles formas para buscar soluciones a la crisis ambiental que estamos padeciendo -y que tiene la apariencia de ir empeorando con el paso del tiempo a pesar de la innegable tarea que se está llevando a cabo- es necesario concretar, aunque sea de manera concisa, el aspecto que verdaderamente condiciona la problemática que no es otra cosa que lo que entendemos por ambiente o medio ambiente, y seguidamente iremos adentrándonos en la naturaleza de los problemas que le afectan y como lo percibimos nosotros.

¿Qué es el ambiente?

Si apelamos a una definición académica podríamos decir que el ambiente es un conjunto de elementos físicos, químicos y biológicos -naturales o creados por el hombre- que posibilitan la existencia, la transformación y el desarrollo de organismos vivos. Un ecosistema, por otra parte, es una unidad básica de interacción de organismos vivos entre sí y sobre el ambiente en un espacio determinado. En el caso de nuestra especie, el medio ambiente, además de ser un espacio con componentes físicos, químicos y biológicos, comprende también elementos simbólicos, culturales y sociales fruto de de la indiscutible relación de interdependencia y reciprocidad de causas y efectos que existe entre cada uno de nosotros (la sociedad) y el medio (la naturaleza). Es esta última explicación de lo que es el ambiente la que condicionará las posteriores reflexiones.

Naturaleza de los problemas ambientales: la raíz social

Actualmente existe un creciente reconocimiento, aunque muy minoritario, de que la tecnología, la ciencia en general y la tarea de todos aquellos que trabajan de una manera o de otra por el medio ambiente no pueden resolver los problemas ambientales por sí mismo, a pesar de realizar una extensa labor y proporcionar alternativas en el manejo de esta crisis ambiental. 

Las causas que han producido la particularidad de la amenaza y de la destrucción del medio ambiente natural son, antes que nada, problemas de índole humana y cultural, las raíces de las cuales se encuentran en el orden económico y social que determina las formas de vida de una sociedad. Es decir, es más un problema de las ciencias humanas que de las ciencias naturales, ya que desde el punto de vista de estas última disciplina las soluciones son factibles y efectivas. Es más, contrariamente a lo que se suele creer, no existen problemas ecológicos propiamente dichos, puesto que no hay ninguna crisis en el funcionamiento de los sistemas naturales, no falla ninguno de los mecanismos ecológicos de base. Por contra, a lo que nos enfrentamos es a serios problemas socioecológicos, es decir, a conflictos ambientales de origen social como consecuencia de las deficiencias que se dan en el funcionamiento de los sistemas sociales en relación a su adaptación al medio. Por eso, a la hora de afrontar desequilibrios ecológicos y problemas ambientales (que como hemos indicado están formados por una mezcla de elementos naturales, socioculturales y económicos), necesariamente tenemos que incluir la comprensión de los aspectos sociales como una parte de estos desequilibrios, ya que su solución se encuentra fundada en gran parte en la misma lógica social que éstos contienen y a las cuales se deben. Así, el grado en que la crisis ambiental pueda ser manejada dependerá de los cambios que se realicen en el comportamiento de uno mismo y de la sociedad. Si el hombre, con su sistema social es el que ha llegado a ser el principal o mayor factor para el desequilibrio, parecería inadecuado que las políticas ambientales, la investigación y la educación se concentren casi en exclusividad en las manifestaciones de daño y que se preste poca atención al comportamiento humano como causa principal.



En conclusión, la solución a la crisis ambiental pasa por ineludible replanteamiento de la forma de vida que lleva el ser humano, en definitiva, del cambio de sistema de desarrollo mundial: del actual a uno más sostenible. Además, esta reformulación necesita inevitablemente implicar a todo el conjunto de la sociedad en todo el proceso que se debe seguir para conseguirlo, ya que las soluciones tecnocráticas resultan insuficientes para abrazar una tarea tan vasta. Este cambio no se tiene que considerar y tratar como una convulsión, sino más bien como el curso natural del progreso y la evolución. Porque si errare Humanum est, de sabios es rectificar, y así es como se tiene que enfocar la crisis ambiental que ya hace tiempo estamos padeciendo como un error de adaptación social al sistema ecológico de la Tierra, y cuando digo social digo también tecnológico, económico y cultural. De igual manera la solución al desajuste socioecológico pasa por transformar el actual sistema social y adaptarlo como sea necesario para conseguir el desarrollo sostenible.



Las personas llevamos adaptando nuestras sociedades desde el principio de nuestra existencia, la diferencia es que ahora el cambio es mayor, más global, más complicado, más comprometido, más decisivo; pero también puede ser más consciente, más reflexivo, más dirigido. Y es en esto en lo que nos jugamos el futuro de la humanidad como especie y de la mayoría de los seres vivos del planeta. 

 

martes, 11 de febrero de 2014

El senderismo

"Las pasiones humanas son un misterio: los que se dejan llevar por ellas no pueden explicarlas y los que no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay seres humanos que se juegan la vida por subir a una montaña. Nadie, ni tan solo ellos, pueden explicar realmente el porqué"

La Historia Interminable, Michael Ende



Senderismo, excursionismo o "trekking" son palabras que a menudo hemos escuchado nombrar para una misma práctica deportiva, pero en realidad se trata de actividades diferentes. El senderismo es una actividad no competitiva que se practica a pie y se desarrolla por caminos y sendas, tradicionales o no, situadas en el medio natural, mientras que el excursionismo consiste en realizar rutas por el medio natural, generalmente a pie, en bicicleta, caballo o  raquetas de nieve, con una finalidad recreativa. El "trekking" consiste básicamente en caminar durante varios días por zonas de montaña, preferiblemente aisladas de la civilización. Al final, todo se reduce al acto de caminar, que, en definitiva, es la forma más antigua de desplazamiento de las personas y animales a través de las montañas y valles. Una actividad que con el paso del tiempo va ganando adeptos. Además de practicar un deporte, las personas buscan un mayor acercamiento a la naturaleza que los aleje de la rutina y el estrés de la vida actual.

Caminar o pasear por el campo no requiere ninguna condición física ni una edad mínima, el ritmo y el nivel de esfuerzo lo marca cada uno de nosotros. El senderismo igual implica un mayor esfuerzo físico, ya que el estado de forma del excursionista determinará el grado de dificultad y distancia que podrá alcanzar. Como deporte, el principio básico del senderismo es la mejora física y psíquica de los participantes, además, favorece la recuperación y la interconexión entre las personas, el medio rural y la naturaleza. 

Asimismo, el senderismo requiere ciertas "normas" que vamos a resumir en esta serie de recomendaciones:


- La premisa esencial del excursionista consiste en dejar los lugares por donde camina como si no se hubiera estado nunca. Mostrar en todo momento un respeto absoluto por la naturaleza y el entorno, no molestar los animales ni arrancar ninguna planta, en especial las protegidas. No abandonar ni enterrar ningún tipo de residuo, orgánico o no. Adoptar por norma la costumbre saludable de llevároslos. No se debe marcar la roca con graffitis ni hacer señales con la navaja en los troncos de los árboles. 

- Hay que informarse del tiempo, los cambios bruscos de tiempo en la montaña son muy frecuentes. Evitar los barrancos durante la estación lluviosa: otoño y primavera.

- Antes de salir preparar la excursión: estudiar los mapas y la dificultad del recorrido. 

- Tener en cuenta la capacidad física de cada uno, escoger recorridos que se adapten a vuestras posibilidades, ajustadas al compañero que menos preparado se encuentre; evitar salir a la montaña sin compañía.

- Preparar el material adecuado: unas buenas botas de montaña, pantalones resistentes, proveerse de alguna gorra, gafas de sol, camisetas transpirables, polar en tiempos de frío...

- Llevar agua y comida por encima de vuestras propias estimaciones.

- Colocar en la mochila un impermeable y un botiquín básico de primeros auxilios. 

- Suelen estar indicadas las direcciones a seguir durante una excursión, aun así, es conveniente llevar con nosotros una brújula.

- No encender fuego bajo ningún concepto.

- Finalmente, buscar nuestro ritmo, encontrarnos cómodos y no abandonarlo. Hay que recordar que no practicamos ningún deporte de competición.

Tipos de sendas

Las sendas de pequeño recorrido (PR) que reúnen la mayor parte de los itinerarios, se pueden realizar en poco tiempo, como mucho una jornada, con un trayecto muy inferior a los de gran recorrido (GR) señalizadas con pintura roja y blanca. Son sendas señalizadas con pintura blanca y amarilla y cada comunidad autónoma ha establecido una numeración que las identifica. Otra alternativa son los senderos locales (SL), con itinerarios inferiores a 10 Km y señalizados con colores verde y blanco. 


La red de senderos de la Comunidad Valenciana se ha definido gracias al trabajo de entidades excursionistas, asociaciones comarcales y municipios interesados y se han recuperado antiguos caminos de montaña que en otras épocas comunicaban las poblaciones.

lunes, 20 de enero de 2014

El mundo rural en los países desarrollados


Os habréis dado cuenta que en los países desarrollados el mundo rural ya no es predominantemente agrícola, los modernos agricultores se constituyen en empresarios cuya actividad es la producción de productos alimenticios, plantas, animales etc. para la industria: tabaco, aceites, cuero, biocombustibles...Posiblemente la producción no tenga nada que ver con los cultivos tradicionales de la región, sino que responde a la demanda de un mercado nacional. Además, la Revolución Verde permite llevar la empresa recurriendo a poca mano de obra, de esta manera, muchos de los habitantes del mundo rural ya no tienen porqué dedicarse a las labores agrícolas.

Hoy en día en las zonas rurales hay muy poca gente que viva de la agricultura, es más, la economía de estas zonas ha dejado de depender de la producción agrícola. La dedicación del campo a otros menesteres ha transformado radicalmente su uso debido a lo que la sociedad actual demanda.

Las zonas rurales más próximas a las ciudades están sufriendo cada vez más una invasión física por parte de funciones urbanas: industrias, infraestructuras, ocio y segundas residencias. El caso de la invasión residencial es especialmente llamativo desde finales del s. XX, la mejora de las comunicaciones y la facilidad del transporte ha permitido que la distancia entre el lugar de trabajo y el de vivienda sea cada vez menor.


No obstante el mundo rural de los países desarrollados también sufre problemas, sobre todo aquellas regiones que quedan fuera de los grandes ejes de comunicación. Estos pueblos no pueden buscar su desarrollo en la producción agrícola, a no ser que se haga una apuesta por la excelencia de sus productos. La sociedad actual quiere conservar el mundo rural por sus valores culturales, pero no se puede apostar por una conservación arqueológica que evite el desarrollo económico de quien vive en estos municipios rurales, sólo unos pocos de ellos pueden convertirse en "jardineros del monte" y algunos más dedicarse al turismo rural, pero lo que está claro es que se deben abrir más perspectivas de desarrollo para que los pueblos no terminen por despoblarse.

El estudio de las posibilidades de desarrollo es lo que se viene conociendo como desarrollo local, y, aplicado al mundo rural, desarrollo rural. El desarrollo local es un concepto que ha variado mucho con el paso del tiempo, si en la década de 1980 se refería a las posibilidades de desarrollar circuitos de explotación y venta locales, en la actualidad, y debido a la presión de una política "espectáculo", significa cómo introducir los recursos locales en los mercados nacionales e internacionales. La idea directriz del desarrollo local es potenciar los recursos endógenos de manera que puedan gestionarse de un modo permanente en los mercados actuales.

La situación del mundo rural en los países desarrollados no es casual, han sufrido la concentración de la población en grandes ciudades y desvinculada de las tareas agrícolas condicionada por el desarrollo de una sociedad industrial primero, y de servicios después. Además, el regreso de parte de la población a zonas rurales cercanas a la ciudad es producto de una urbe que ha terminado congestionada, estos son los "urbanitas" que viven en el campo. Pocos ejemplos quedan de vida rural de la que tanto nos han hablado nuestros abuelos en los países desarrollados, como en todo, están empezando a adaptarse a lo que demanda el modo de vida actual.